Rata
(1900, 1912, 1924, 1936, 1948, 1960, 1972, 1984, 1996)
(1900, 1912, 1924, 1936, 1948, 1960, 1972, 1984, 1996)
El encanto de la personalidad Rata es conocido y apreciado por los demás. Suele ser directa y sincera, pero de manera aparentemente tan ingenua que uno queda siempre en desventaja. Es incansable trabajadora y ahorrativa, consiguiendo que sea muy fácil llevarse bien con ella. Pero sólo será generosa con aquellos por los que siente gran aprecio.
A pesar de su personalidad ahorrativa, ejerce un poder de atracción tal sobre los demás que jamás le faltarán admiradores. Superficialmente, una persona del signo Rata puede parecer reservada, pero realmente no lo es. La persona de este signo es, generalmente, muy inteligente, sociable y feliz. En ocasiones nos encontraremos con una Rata criticona, gruñona y empeñada en encontrar pelos en el huevo. Pero, en general, le gustan las fiestas y otras reuniones numerosas. Le gusta comprometerse y es muy expansiva.
La Rata aprecia realmente a sus amigos y familiares. Frecuentemente se involucra con la vida y los problemas ajenos. Aún así, nunca se puede estar seguro de cuál es su postura y su actitud. Su capacidad para amar sólo puede ser superada por su astucia y su afición por el ahorro de dinero.
Una mujer Rata puede ser una fuente de admiración; está continuamente, alargando el uso de las comidas, las sobras y el presupuesto familiar. Sin embargo, es posible que no se preocupe por aplicar tan rígidas normas cuando se trata de sus hijos. Si ellos saben encontrarle el punto débil, a la madre Rata le será muy difícil negarles nada. A una Rata jamás le preocupa tener una boca más para alimentar, y es capaz de permitir que familiares, amigos, parientes políticos y otras hierbas se queden en su casa y encuentren sustento en ella. ¿Por qué? Porque la astucia de la Rata le permitirá siempre encontrarles alguna función para que puedan pagarse la pensión. Podemos confiar en la eficiencia de la Rata para comprobar que la caridad tiene sus límites.
Un nativo de este signo guarda bien sus secretos, pero cuando se trata de confidencias, puede ser un experto en «limpiar» jardines ajenos. Tiene pocos escrúpulos en cuanto a usar la importante información que ha obtenido, y también es capaz de beneficiarse de los errores ajenos. Por más que la Rata tienda a ser reservada con sus sentimientos, siempre se puede decir cuando está alterada porque tiende a volverse quisquillosa e impertinente y como es activa y sumamente laboriosa, lo que más la irrita son la pereza y el despilfarro.
Entre sus aspectos negativos está que les encanta enterarse y contar cotilleos, criticar, establecer comparaciones, murmurar y negociar. Compran cosas que en realidad no necesitan y siempre se dejan engañar por las rebajas. El caso es que, en su corazón y en su cuarto habrá un montón de recuerdos y desechos sentimentales arrinconados.
Tiene un ojo infalible para los detalles, gran memoria, y es increíblemente preguntona. Tiene capacidad para enfrentarse a las dificultades y se encuentran en su salsa durante una crisis. Actúa con madurez y cordura y es despierta y espabilada, posee una aguda intuición y tiene sutileza para los negocios. La piedra en que suele tropezar es su exceso de ambición. Intenta hacer demasiado y pronto, como resultado de lo cual dispersa sus energías. Si puede perseverar hasta terminar lo que ha empezado, terminará haciéndose rica... lo cual le irá perfectamente, ya que a las Ratas les encanta el dinero. Lamentablemente, termina por caer siempre en la misma trampa.
No tendría problemas en la vida, sólo con que pudiera dominar su avidez y retirarse mientras va ganando. La codiciosa Rata tendrá que sufrir por lo menos un grave golpe financiero en su vida para que se dé cuenta de que la avaricia no da dividendos, aunque estaría totalmente en desacuerdo con su carácter y sus pautas de conducta no tener una pequeña reserva escondida en alguna parte.
El nativo de la Rata se sentirá atraído por las personas del signo del Buey, en quienes encuentra gente fuerte, de confianza y capaces de apreciar la devoción que les puede ofrecer. También los poderosos nativos del año del Dragón, son compatibles con la Rata, quien además hallará inteligente y atractiva a la Serpiente, y puede establecer con ella alianzas favorables. Como el poder y el brillo le fascinan, la Rata caerá siempre presa del irresistible encanto del Mono. Tiene afinidad con la destreza con que éste hace las cosas y el Mono, a su vez, se regocijará al encontrar en la Rata su propia longitud de onda, la astucia. En cambio, tendrá muchos conflictos con la gente nacida bajo el signo del Caballo, demasiado independiente para la modalidad de la Rata. Tampoco sería prudente que se casara con el Gallo, el intrépido soñador que exaspera el sentido práctico de la Rata. También es cuestionable la unión con la Cabra, que con su complacencia despilfarraría probablemente los ahorros reunidos por el tesón de la Rata.
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